viernes, 6 de marzo de 2009

Casi

Ha pasado el tiempo, y ahora, pensándolo bien, creo que lo que ella sintió casi parecía amor.

martes, 3 de marzo de 2009

Sin mirar atrás

Como todas las noches, Javier tomó su vaso de leche con miel y se retrepó entre las sábanas. Quizás la cama sea demasiado grande para mí, pensó.

Recordó a Margarita, y su gesto de abrazarse a él con toda la fuerza que podía y simular a continuación la posición fetal. Lo hacía cada vez que él terminaba de tomar su vaso de leche con miel y se retrepaba entre las sábanas. Margarita era una niña linda. En su somnolencia, Javier se puso a recordarla y trazó un perfil de su forma de hacer las cosas. Más que un perfil, era un dibujo de los detalles que lo enamoraron.

Porque ya se sabe, uno se enamora de detalles. Como ese abrazo fetal. Uno se enamora de, no sé, su hipo. Margarita tenía hipo y sus ojos brillaban llorosos tanto, tanto, que a Javier le encantaba. Le gustaba cómo Margarita leía los libros. Su labio superior 'abrazaba' al inferior y parecía tener los ojos cerrados. Le gustaba ver cómo era capaz de mover sus pupilas. Dilatación: alegría. Condensación: tristeza. Le gustaba verla cocinar con el delantal sucio, y verla también llena de manchas de aceite, y con el pelo descuidado. Margarita al natural. Le gustaba verla reír, y para él ser gracioso era una simple excusa para escuchar esa música.

Le gustaba escuchar el agua caer cuando se duchaba, e imaginársela desnuda. Amaba su beso de buenos días, él todavía dormido y ella ya viva, despierta. Le encantaba su forma de regresar a casa. Conocía el sonido de la llave al descorrer el cerrojo y su 'ya estoy aquí', con el que bastaba para saber si su día había sido bueno o malo. Y se entusiasmaba al verla cansada, dispuesta a dormir sobre su hombro en el sofá...

Javier se quedó dormido justo en el instante en el que se la imaginó a ella dormitando sobre su hombro. Ese día había decidido olvidarla por completo y quizás a la mañana siguiente Margarita fuera un eco lejano de su pasado.

Javier, de hecho, estaba decidido a no mirar atrás.