sábado, 23 de mayo de 2009

Escenas (I)

La mujer caminaba muy despacio. Tenía las piernas cansadas, demasiado agarrotadas, y el carro con el que cargaba hacía aún más dificultoso su andar. Iba vestida de negro, completamente de negro. El carro pesaba, mucho, pero ella estaba convencida de que iba a llegar.

Subió las escaleras haciendo esfuerzos descomunales. Podía hacerlo, lo sabía. La mujer era inusualmente grande, pesaba mucho. No estaba preparada para subir un carro de esas características, pero lo estaba haciendo. Lo hizo.

Llegó a casa casi muerta, resollando. Cuando se recuperó, tomó el teléfono:

--¿Puri? Aquí vengo, que acabo de llegar del Día. Voy a hacer unas lentejitas, que al niño le gustan mucho.

1 comentario:

cRiSpY dijo...

Tan real como la vida misma ...