sábado, 29 de noviembre de 2008

Fríos

Está el frío de tus besos, el de tus excusas, el de tus engaños. Está el frío del trabajo, el de la rutina, el frío del compañero, o de tu jefe; el frío el de tu despido. El frío del vecino que dice hola con miedo, o con asco; el frío en la sangre del torturador, o del asesino. El frío del olvido, el frío que te recuerda que ya no estás vivo, aunque sí estés vivo. Está el frío de ver que pasas por ahí sin ser visto. El frío de una muerte inesperada. El frío de saber que sabes demasiado, el frío de saber que todo se repite, que nada es nuevo.

Después, también está el frío de una mañana de invierno, el de la bufanda hasta la nariz, el del el vaho que sale de tu boca cuando saludas al vecino. El frío de sus labios cuando ella te besa. El frío de llorar de frío, de reír de frío, de cantar de frío, de gritar de frío.

3 comentarios:

cRiSpY dijo...

Me entra hasta frío de leerte ... Por suerte, en esta ciudad en que sobrevivimos, el frío sólo dura un par de meses ... Bien pronto volvemos al calor.
El calor en forma de luz que se cueLa por las rajitas de tu persiana por las mañanas, el caLor del día que empieza de nuevo, el calor de comprobar que hay alguien que se ha acordado de tí, el calor de respirar su perfume, de rozar su piel; el calor de un abrazo.
También está el calor en la sonrisa satisfecha, en la que te asoma cuando miras y ... ¿que ves? ^^
Y el calor acurrucado de la estufa de esta mañana tan fría tan fría como yo :D
Me voy a dormir acurrucadita :)

Anónimo dijo...

También está el calor de un nórdico nuevo...que nochecita más buena.

Me ha gustado mucho, sobre todo la visión del frío en el beso. Que cosas,¿no?

perit@ dijo...

Yo sólo se que cuando hace tanto frio me pienso hasta lo de ir al baño porque bajarse los pantalones para hacer pis ... a mi me supone un trauma muy traumatico ... :S (Esto se puedo publicar?)