Un hombre se levantó una mañana con la idea de ser feliz. Es lo que le había dicho su psicólogo la noche anterior: sea amable siempre, sonría, ría sin vergüenza, muestre sincero entusiasmo en su trabajo, llame a un amigo al que hace años que no ve, haga algo bello por un desconocido, esfuércese en ser feliz, si se esfuerza no cabe duda de que lo conseguirá.
A la noche estaba tan agotado que apenas ceno algo y se acostó.
Decidió que cansa menos ser uno mismo. Y al día siguiente, dejó los esfuerzos para otra ocasión.
jueves, 13 de noviembre de 2008
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